Ensayos
"Ensayos y Reflexiones" forma parte de los documentos y referencias académicas realizadas en lo referente a la filosofía en general, mediante una serie se selecciones reflexivas y enmarcadas en la eclética fenomenológica."Ensayos y Reflexiones" enfoca la enseñanza de la filosofía con estilo andragógico significativo, aunque por diversos estilos y métodos de instrucción, algunos las pretenden enseñar con pedagogía, sin entender los requisitos mínimos de las edades y su contexto histórico-cultural. eN En esta oportunidad, hablemos de lo medieval.
(Página en CoNsTrUcCiÓn)
Autor: Prof. Francisco J. Cáceres.
Estas causas serán retomadas por Santo Tomás,
las cuales servirán de base para explicar las 5 vías de la existencia de Dios:
Según Suata /2014), menciona que doctrinas filosóficas tales como "el realismo" y "el nominalismo", "buscan explicar cómo los seres humanos perciben la realidad y si eso que llamamos realidad se puede realmente percibir" (para. 2), Ahora bien, ¿cómo San Anselmo percibe a Dios? Recordemos antes que todo, el término en plural "universales" tiene sus raíz en latín como "universalis", que refiere a "general" y ésta se asociaría más tarde a "ideas generales" y en teoría del conocimiento, a "conceptos generales". En la Edad Media, las ideas generales (los universales) eran de caracter polémico, pues se discutían si eran objetivos (reales) o solamente designaban "cosas" (nombraban, de allí la asociación con los "nominales"). Más tarde se dividieron "los universales" en varias corrientes, unos serán existentes "antes que las cosas", idealmente (este será el punto de vista del "realismo estreno", basado en Juan Escoto Erigena); otra vertiente dirá que los universales existen "en las cosas" (denominado "realismo moderado" de Santo Tomás de Aquino). Contrariamente a estas posiciones hay otras que dicen que "los universales" solo existen en la mente, "después de las cosas" , bajo la propiedad de órdenes especulativas (conceptualismo puro) y otra que simplemente refiere a un conjunto de palabras del lenguaje (nominalismo extremo de Roscelino Guillermo de Occam).
-SEMINARIO DE FILOSOFÍA MEDIEVAL -
PROF: ALEX VILLAMIZAR[1]
-FEBRERO
DE 2018-
Neque, enim quaero intelligere ut
credam, sed credo ut intelligam.
-San Anselmo, Proslogium,Capitulum
I, acies 1457-
La demostración ontológica de San
Anselmo y su relación
con los Universales, ¿realista o
nominalista?
Basado en los Capítulos I, II,
III y IV del Proslogio.
1.- De la
terminología fundamental para entender el texto[3].
Acto: Noción tomada de Aristóteles, basada
en el noveno capítulo de “Metafísica”, y se refiere a la sustancia tal como en
un momento señalado se nos presenta y lo conocemos. Un estudiante de medicina,
es en acto, un estudiante del área de la salud, aunque tiene en potencia, la
posibilidad de llegar a ser Médico.
Dios: Primer motor inmóvil (según
Aristóteles); la causa de todas las causas; el Ser necesario no contingente y
eterno; el Ser Supremo en perfección y el diseñador del universo.
Fe: En San Agustín (que a su vez lo
tomará San Anselmo), la fe significa creer en Dios, pero obedeciéndolo. La fe
se apoya en la revelación, que está en la Iglesia Católica. La fe es superior a la razón,
porque permite al hombre conocer verdades que por tener un origen divino (reveladas
por el mismo Dios), son infalibles. La
fe no puede ir en contra de la razón. No hay una verdad religiosa y otra
científica. Es lógico que haya una sola verdad; por lo tanto, la fe nos lleva a
la verdad revelada y la autoridad de las sagradas escrituras nos proporciona
los contenidos del conocimiento, los cuales, después la razón, debe esforzarse
en hacer compresible.
Movimiento: Cambiante variación, modificación o desigualdad que pueda alterar una
sustancia. Según Aristóteles, el movimiento es el camino de la potencia al acto, y, de un modo más técnico
"el acto de lo que está en potencia, en tanto que está en potencia".[4]
Las sustancias son hilemórficas[5], es decir, están compuestas
de materia y de forma. El movimiento influye substancialmente a la materia. Todo
movimiento se origina de una causa previa. Este es el principio aristotélico
de causalidad, el cual señala dos tipos de movimiento:
·
Accidental
(sólo la materia es afectada); por ejemplo, el cambio de edad de cualquier
persona, aumenta la cantidad de años y es perceptible dicho cambio o movimiento
natural.
·
Sustancial
(toda la sustancia es afectada), por ejemplo, el oxígeno al ser procesado por
los pulmones, se transforma en dióxido de carbono.
Potencia: Es el conjunto de posibilidades o
capacidades que posee la sustancia para llegar a ser algo diferente de lo que
actualmente es. Una niña tiene la potencialidad de ser madre: es, por lo tanto,
una niña en acto, pero una madre en potencia. No es una madre, pero puede
llegarlo a ser.
Proceso: La transición del ser-en-potencia al
ser-en acto; así pues, los sentidos nos revelan que en el mundo hay cosas que
se mueven o que cambian, esta evidencia manifiesta la existencia del
movimiento, tanto para Aristóteles como para Santo Tomás. Este principio se
apoya en:
·
Todo
lo que se mueve es desplazado por algo, por lo tanto, lo que se mueve o está en
potencia, es activado por un “ente” que está en acto.
·
De
lo que se mueve, no puede ser lo mismo que lo que es movido.
Razón: Facultad mental del hombre que nos
diferencia de otros animales. La razón no pude conducirnos por si solas a la
sabiduría. Según San Agustín, las
verdades que descubre la razón deben someterse a las que
establece la fe, siendo éstas el criterio que determina su
verdad. Asimismo, la Filosofía
pasa a ser complemento de la Teología, debido a que toda investigación
racional, debe estar guiada por la luz infalible de la revelación
Divina. El ser humano necesita de la fe para alcanzar la contemplación de
lo eterno inmutable. La sabiduría consiste en dicha contemplación. Así pues, la
razón y fe participan conjuntamente en la búsqueda de la verdad que nos lleva a
la sabiduría y con ella a la felicidad.
2.- Desarrollo histórico del problema
La edad media, “también llamada Medievo, hace
referencia al período histórico que va del siglo V hasta el inicio del
Renacimiento, siglo ΧV” (Napolitano, 2002, p. 29) y girará en torno a dos problemas
fundamentales: La existencia de Dios y los Universales. Ahora bien, los
problemas filosóficos sobre los “universales” son de vieja data, pues ya hemos
revisado en cursos anteriores[6], tal
como fue destacado en filosofía antigua, la aparición del famoso “mito de la caverna”[7], allí nos
ilustraba el filósofo antiguo acerca de la aberrante ignorancia que algunas
personas[8] asumen
como realidad, un mundo de sombras, completamente sin luz, siendo la
verdad víctima de una óptica ilusión, de proyecciones dadas en una fija mirada
de pared,… al fondo de una mísera cueva. Los prisioneros creían las avarientas “siluetas”
que saltaban a sus propios ojos como realidades, sin saber que era puro engaño
aquel mundo de ilusiones, sin luz, ni esperanza. El Profesor Mestre
Chust (2017), explicaba que “la auténtica realidad no es la realidad sensible
sino la inteligible. El Mundo Sensible no es real; la realidad es el Mundo
Inteligible [,] ya que los objetos sensibles son copias de la auténtica
realidad <los universales>” (para.8). Tal afirmación se verá desarrollada
por San Anselmo[9],
reflejadas en dos grandes obras, una del año 1076 titulada Monoligium y la otra de
1078 llamada Proslogium[10], allí
tomará de Platón, las nociones del mundo
de las ideas (Intelegible, pues Dios existe como Idea, como concepto y como
“presencia innata”[11] en nuestra
estructura mental, debido a que no se puede pensar en otro “Ser mayor” que sea “más
perfecto” que el mismo “Dios”) y del mundo sensible, tomará la siguiente
lógica: sí Dios no existiese en la realidad exterior, entonces habría una
contradicción de raciocinio en el concepto mismo de “Dios” (dado que la “Idea”,
germina del mundo inteligible), pues al aceptarse como el único “Ser mayor”
y en “máxima perfección” pensable, entonces contradeciría al mundo
sensible, y estos sería una incongruencia, por lo tanto, “Dios debe
existir” también en el mundo sensible; de Aristóteles tomará la búsqueda de los principios y las causas de
las esencias, como lo explicó nuestro Prof. Francisco Santa Dara [12]:
Esquema Nº 1.- De las Causas.
Estas causas serán retomadas por Santo Tomás,
las cuales servirán de base para explicar las 5 vías de la existencia de Dios:
Tabla Nº 1.- Las Vías de Santo Tomás.
Primera Vía.
|
Vía del Movimiento
|
Todo
lo que se mueve, es debido a un motor. Sólo hay un primer motor inmóvil que
origina todos los movimientos: Dios.
|
Segunda Vía.
|
Vía de la Causa Eficiente.
|
Toda
creación evidencia una causa, solo existe una causa in-causada: Dios.
|
Tercera Vía.
|
Vía del Ser necesario.
|
Hay
seres que existen y que podrían no existir, esto es, que son contingentes,
seres que provienen de otros seres; solo a un ser eterno y no contingente:
Dios.
|
Cuarta Vía.
|
Vía del Ser Supremo.
|
Hay
diferentes grados de perfección: así pues, todas las cosas existen según
grados (de bondad, verdad, amor), debe entonces existir un ser que posea toda
la perfección en grado supremo: Dios
|
Quinta Vía.
|
Vía del Gobierno del Mundo.
|
Todo
tiene un diseño o una finalidad en el mundo, así pues, ha de existir un ser
inteligente que haya pretendido dicha finalidad que se observa en todo el
universo: Dios.
|
Fuente; Cáceres, Francisco (2017) Análisis de textos de conformidad con la metodología del Profesor Francisco Santa Dara (Titular de la UCSAR), Caracas.
También San Anselmo tomará dos conceptos
claves de San Agustín, como son la fe y la razón, ya explicados en la
terminología.
3.- De
la Estructura del Texto.
Empieza con un Proemio de confesión, evadiendo
la idea de demostrar la existencia de Dios, hasta que “un día, pues, cansado ya
de resistir a esta persecución importuna, en la lucha misma de mis
pensamientos, se ofreció la idea que ya desesperaba de encontrar, y la acogí”
(Anselmo, s/f, p.359) y lo persuadirá en esta noble labor, el arzobispo de
Lyón, Hugo, representante apostólico de la Galia. El capítulo I comienza con varias
exclamaciones de plegaria, súplica y ruego hacia el “Ser Supremo“[13], con la finalidad de
entender definitivamente y en forma racional, lo que con la fe ya sabe: la
existencia de Dios[14], indica: “¡oh Señor, Dios mío!,
enseña a mi corazón, dónde y cómo te encontrará, dónde y cómo tiene que
buscarte” (Ibídem, s/f, p.361), así pues, San Anselmo edifica una teología con
rasgos platónicos (deberá utilizar la razón), influido ciertamente también por
San Agustín, por aquello que nos decía, “…no se trata
de que rechaces la fe, sino de que contemples también con la luz de la razón
aquello que ya posees con la firmeza de la fe” (San
Agustín, 2002, p. 120, 2-3.) Éste capítulo de Proslogio invita a los cristianos a relacionar correctamente lo que creemos y con lo que
razonamos. Recordemos que San Agustín y San Anselmo como verdaderos
cristianos, parten de un elemento fundamental: "la fe en la palabra de Dios".
Para ellos, la
fe es el fundamento natural de la razón. San Anselmo finalizará el capítulo I con desesperación y humildad,
diciendo:
No intento, Señor, penetrar tu profundidad, porque de
ninguna manera puedo comparar con ella mi inteligencia; pero deseo comprender
tu verdad, aunque sea imperfectamente, esa verdad que mi corazón cree y ama.
Porque no busco comprender para creer, sino que creo para llegar a comprender.
Creo, en efecto, porque, si no creyere, no llegaría a comprender. (Anselmo,
s/f, p.365-367)
El capítulo II nos introducirá con el argumento
ontológico de San Anselmo, y no irá contra los incrédulos que ponen o niegan la
existencia de Dios, sino contra un insensato que “ha dicho en su corazón: No hay Dios. Pero cuando me oye decir que
hay un ser por encima del cual no se puede imaginar nada mayor, este mismo
insensato comprende lo que digo” (Anselmo, s/f, p.367), esto origina en la
lógica argumentativa como veremos más adelante, una contradicción, pues, negar
a Dios implica pensarlo, de allí surgirán dos preguntas claves: ¿cómo se piensa
algo que no existe?, y ¿a qué llamamos existencia? Detallemos:
·
La
idea de Dios (como concepto) hará que cualquier sujeto (aún el insensato), se
dé cuenta mediante su entendimiento, de aquellas representaciones que se forman
en la mente[15].
·
Al
tomar las Teorías de los grados del Ser[16],
se da cuenta que las Sustancias[17] no son
iguales, por lo tanto, sí hay una idea en la mente y solo reside en ella, esta
idea presentaría un “grado mínimo de ser” (tal como sería la Idea de Sirena).
Pero al tener la conceptualización de un “Ser Mayor en Perfección”, ésta
no debería quedarse en la mente, debe salir al exterior de ella misma (de la
mente), pues quedarse allí, sería tan solo un “mínimo Ser”.
El capítulo III conecta inmediatamente lo
anterior, pues el concepto de Dios tiene que ser arrojado al exterior de
la mente, si no quedaría como un “mínimo Ser”, tan solo sería entonces, una
noción cognitiva nada más e igualmente una contradicción, pues al razonar por
un “Ser Mayor en Perfección”, y dejarlo solo en la mente, entonces no
sería tan Perfecto (he aquí la contradicción). Así pues, no se puede
admitir que Dios no exista, (en el exterior de la mente) y pensarse a la vez en
un Ser Mayor en Perfección, (en el interior de la mente), “porque se
puede concebir un ser tal que no pueda ser pensado como no existente en la
realidad, y que, por consiguiente, es mayor que aquel cuya idea no implica
necesariamente la existencia” (Anselmo, s/f, p.369), por lo tanto: ¡Dios necesariamente
existe!
El capítulo IV, San Anselmo hace un llamado
de atención al corazón (la emoción) del insensato, quien se atrevió a pensar en
la no existencia de “Dios”, sin conocer y ni entender lo que es “Dios”,
pues “aquel que comprende lo que es Dios, no puede pensar que Dios no existe,
aunque pueda pronunciar estas palabras en sí mismo, ya sin atribuirles, ningún
significado, ya atribuyéndoles un significado torcido” (Anselmo, s/f, p.371).
Ahora bien, ¿por qué un insensato habló de tal manera, así de Dios? San Anselmo
lo había dicho:
Cur
nisi quia stultus et insipiens?[18]
4.- San
Anselmo, ¿realista o nominalista?.
Ahora bien, Según el diccionario
filosófico El Basilisco (2015), dice que “para los “realistas”, los
“universales”, [son] considerados como entidades espirituales, ideales, tenían
una existencia real. Los nominalistas negaban la existencia real de los
universales y afirmaban que sólo había cosas particulares, perceptibles a los
sentidos” (para 3). De acuerdo con todo lo anterior, se puede considerar que San Anselmo es de tendencia realista,
pues Dios es una Máxima realidad que trasciende del pensamiento; ya se había
dicho, sí el “Concepto de Dios” quedase sólo en la mente (como lo es una
Sirena, un Unicornio), entonces sería una “mala copia”, de acuerdo con la Teoría
de los grados del Ser ya mencionado en la quinta página de este informe.
Tampoco puede Ser una “buena copia”, sino que debe ser la “máxima realidad”. En
el argumento ontológico, Dios existe extramentalmente, de lo contrario, sería
una contradicción y no sería el más perfecto, ni el más grande. Más adelante
Kant (y otros filósofos) criticarán dicho argumento, pues la Idea de un
“Ser perfecto”, sigue siendo Idea, además, la existencia no formula nada
de la esencia, por ejemplo (y para entender ésta crítica), la posibilidad
de pensar en el concepto de “Miss Universo”, no sigue necesariamente el tenerla.
Sin embargo Hegel, Kurt Gödel y otros filósofos defendieron y ampliaron el
argumento de San Anselmo.
[1]
Profesor de la Universidad Católica Santa Rosa.
[2]
“Porque no busco comprender para creer, sino que creo para llegar a comprender.
Creo, en efecto, porque, si no creyere, no llegaría a comprender.” (Traducción
de Cosmogono en San Anselmo, Proslogion, línea 1457)
[3]
Se tomará la metodología de análisis de texto según lo aprehendido por el
Profesor Francisco Santa Dara, Titular de la UCSAR.
[4]
Véase Javier Echegoyen Olleta (s/f) Historia de la Filosofía. Volumen 1:
Filosofía Griega. . Editorial Edinumen, disponible en http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiagriega
/Aristotele s/ Movimiento.htm
[5] Teoría
filosófica de la materia y forma. La silla tiene madera como materia y su forma
es lo que hace que la silla “sea lo que es” (y no una puerta….por ejemplo)
[6]
Cómo los Cursos de los Profesores: Luís Silva; José González; Ramón Moreno;
Francisco Santa Daría; Carlos Jorge y Eduardo Lehmann.
[7]
Escrito por Platón en La República y básicamente es una
metáfora de la doble realidad que vive el hombre, introduce cuatro elementos
que giran en su relato: el engaño, la liberación, la ascensión y el retorno.
Curiosamente hay una versión contemporánea de José Saramago y como es de
esperar, toma este hilo conductor en su libro: Ensayo sobre la ceguera.
[8] Platón categoriza a dichas personas como
“prisioneras”
[9] Para los
no católicos: Anselmo de Aosta o
Anselmo de Bec.
[10]
Al final del Proemio, San Anselmo escribirá: “Para que esto fuera más fácil, intitulé a uno
Monologi,um, es decir, conversación conmigo mismo, y el otro Proslogium, es
deeir, alocución” (Anselmo, s/f, p.361),
[11]
Posteriormente, Descartes desarrollará el tópico de “Ideas Innatas”,
ellas están instaladas en el propio pensamiento, sin intervención de la experiencia
o de alguna imaginación (por ejemplo, la idea de perfección, de infinitud, de
Dios). También desarrollará los conceptos de ideas adventicias (aquellas
explicables desde la experiencia perceptual que dan lugar a la sapiencia
empírica: tamaño, color, dureza, entre otras) y las ideas facticias que
son producto de la imaginación, tales como las sirenas, el unicornio, los
dragones, en gato con botas, entre otros.
[12]
Profesor de la Universidad Católica Santa Rosa.
[13] Debe
entenderse aquí, que se refiere al Dios Cristiano.
[14] Debe
entenderse aquí, que se refiere al Dios Cristiano.
[15] Según
Platón en su Teoría de los Mundos, hay dos: Uno sensible, formado por
objetos materiales que son captados y provienen del exterior del sujeto
pensante y se encuentran en la naturaleza; el otro, es el mundo de las ideas,
un mundo inteligible, que parte del interior del sujeto. Más tarde Kant
elaborará su propio giro.
[16] Teoría
Platónica sobre los tres grados del “Ser” (mala copia, buena copia y máxima
realidad).
[17]
La Sustancia primaria es una noción de Aristóteles, se refiere al sustrato
básico, aquello cuya esencia le incumbe ser (existir) en tanto que es algo
(cosa). En Descartes, se denominará sustancia a todo aquello que no
requiere de ninguna otra cosa para existir.
Las otras sustancias sí lo necesitan, por ejemplo, en una flor, la
sustancia primera sería el género y la sustancia segunda sería la especie.
[18] (Anselmo,
s/f, p.368), también puede referenciarse como Prosl.,cap. III; 103.9-11. 3. La
traducción sería: “Precisamente porque es insensato sin inteligencia”.






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