domingo, 1 de abril de 2018

Diferencias entre la filosofía de San Anselmo y de San Buenaventura



Ensayos

"Ensayos y Reflexiones" forma parte de los documentos y referencias académicas realizadas en lo referente a la filosofía en general, mediante una serie se selecciones reflexivas y enmarcadas en la eclética fenomenológica.

"Ensayos y Reflexiones" enfoca la enseñanza de la filosofía con estilo andragógico significativo, aunque por diversos estilos y métodos de instrucción, algunos las pretenden enseñar con pedagogía, sin entender los requisitos mínimos de las edades y su contexto histórico-cultural. eN En esta oportunidad, hablemos de lo medieval.



Diferencias entre la filosofía de San Anselmo y de San Buenaventura


(Página en CoNsTrUcCiÓn)
Autor: Prof. Francisco J. Cáceres.

-SEMINARIO DE FILOSOFÍA MEDIEVAL -
PROF: ALEX VILLAMIZAR[1]
                                              -MARZO DE 2018-



Diferencias entre la filosofía de San Anselmo y de San Buenaventura
Basado en el texto de Gilson Etienne.

1.- De la terminología fundamental para entender el texto[2].

Alma: (del griego psyché): En términos generales, significa “el principio del pensamiento, de la vida en los seres y aquello que hace posible sus funciones específicas” (Diccionario Filosófico, 2003, p.3). Otros la catalogan como la “Causa” y “principio del cuerpo viviente”; causa en cuanto génesis del movimiento mismo, en cuanto “fin y entidad de los cuerpos animados”. Es decir, un “Principio Vital”. Se clasifica en: “alma humana” (animal racional); “alma animal” (no racional) y “alma vegetal”. Platón sustentó su inmaterialidad y afinidad con las ideas, así como su inmortalidad, reminiscencia y la accidentalidad de su unión con el cuerpo. También distinguió en el alma tres fragmentos: razón, ánimo y apetito. Para Aristóteles, el alma es el principio de la vida, "aquello por lo que vivimos, sentimos y razonamos primaria y radicalmente"[3]

Aristotelismo: Representa la presencia (o influencia de ideas) de Aristóteles en el pensamiento posterior a él. El Diccionario filosófico (2003) explica que “se refiere a aquellos autores que siguen, continúan, o transmiten, en todo o en parte, las ideas contenidas en las obras de Aristóteles” (p.4)

Concepto: Representación universal de una idea que debe ser razonada como común a diferentes representaciones y que, por consiguiente, se entienden desde el raciocinio.

Dios: Primer motor inmóvil (según Aristóteles); la causa de todas las causas; el Ser necesario no contingente y eterno; el Ser Supremo en perfección y el diseñador del universo.

Fe: En San Agustín (que a su vez lo tomará San Anselmo), la fe significa creer en Dios, pero obedeciéndolo. La fe se apoya en la revelación, que está en la Iglesia Católica. La fe es considerada en la edad media como superior  a la  razón. La filosofía está subordinada a la fe.

Nominalismo: Según el Diccionario filosófico (2003), expresa que es una “doctrina que afirma que los conceptos universales solamente son signos que pueden ser predicados de una pluralidad de cosas, pero no expresan nada real” (p.30). Ésta Doctrina “no concede a las ideas generales ninguna realidad, ni en sí mismas ni en la mente. Lo único general es el nombre que puede asignarse a una colección o clase de ideas particulares (como lo son todas las ideas) parecidas y a las que el nombre designa indistintamente” (Ibídem, p.30)

Ontología: Disertación de lo 'ente en cuanto ente', o de lo que “es en cuanto que es”. Nuevamente el Diccionario filosófico (2003), nos dice que es “parte de la filosofía que se centra en el conocimiento de la substancia (lo que las cosas, en definitiva, son).” (p.30)

Platonismo: Representa la presencia (o influencia de ideas) de Platón en el pensamiento posterior a él. Los rasgos característicos más señalados de estas doctrinas, según el Diccionario filosófico (2003), “se refieren a la metafísica, la teoría del conocimiento, la antropología, la ética y en estética” (p.32). Es importante señalar los dos mundos: Mundo Sensible (naturaleza) y Mundo Inteligible (de las Ideas).

Realismo: (opuesto a idealismo) Según el Diccionario filosófico (2003), es una “doctrina que afirma no sólo que el mundo exterior existe, sino que es de otra naturaleza que el pensamiento. Doctrina que afirma que la realidad existe en sí misma con independencia de nuestro conocimiento” (p.34)

Razón: Facultad mental del hombre que nos diferencia de otros animales. La razón no pude conducirnos por si solas a la sabiduría. Según San Agustín, las verdades  que descubre la razón  deben someterse  a las que establece la fe, siendo  éstas  el criterio  que determina su verdad.

2.- Desarrollo histórico del problema
Campomanes (1995) ya nos advertía que no era posible comprender este periodo de la historia de la filosofía, “sí no se tienen a la vista los principales problemas que preocuparon a los pensadores de estos siglos” (p.143). Pero, ¿cuáles eran estos problemas? En el primer informe entregado al Profesor Villamizar, se señalaron y explicaron dos de ellos, a saber:

·           La existencia de Dios;
·           Los Universales.

Sin embargo, estos problemas (ya explicados en el informe anterior), se complementan con:

·           La relación de razón y fe; donde la razón es “esclava” de la fe.
·           Dios y su relación con el mundo; aparece entonces la defensa cristiana de una “creación divina” y no una “eternidad del mundo”, tal como sostenían los griegos antiguos.
·           Relación jerárquica del “orden natural” (quién debe gobernar o llevar las riendas de la sociedad), evidenciándose los conflictos de poderes, entre “La Iglesia y los Feudos”.
·           “Disputas” (muy fuertes, casi como si pudiesen pelear) entre los “Dominicos”, “Benedictinos” y  “Franciscanos”.

      Ahora bien, la problemática que se nos presentará en esta oportunidad, es llevar a cabo una diferenciación entre las filosofías de San Anselmo y San Buenaventura. Recordemos del Informe anterior, que “la auténtica realidad no es la realidad sensible sino la inteligible. El Mundo Sensible no es real; la realidad es el Mundo Inteligible [,] ya que los objetos sensibles son copias de la auténtica realidad <los universales>” (Mestre Chust, 2017, para.8). Esto fue desarrollado por San Anselmo[4], reflejadas en dos grandes obras, Monoligium y Proslogium, allí tomó de Platón, las nociones del mundo de las ideas (Intelegible, pues Dios existe como Idea, como concepto y como “presencia innata” en nuestra estructura mental, debido a que no se puede pensar en otro “Ser mayor” que sea “más perfecto” que él mismo “Dios”) y del mundo sensible, tomará la siguiente lógica: sí Dios no existiese en la realidad exterior, entonces habría una contradicción de raciocinio en el concepto mismo de “Dios” (dado que la “Idea”, germina del mundo inteligible), pues al aceptarse como el único “Ser mayor” y en “máxima perfección” pensable, entonces contradeciría al mundo sensible, y esto sería una incongruencia, por lo tanto, “Dios debe existirtambién en el mundo sensible; de Aristóteles tomará la búsqueda de los principios y las causas de las esencias, como lo explicó nuestro Prof. Francisco Santa Dara [5]. Pero ahora, San Buenaventura profundizará e irá “más lejos” que San Anselmo, pues introducirá una nueva noción: La luz. Así lo cita Gilson Étienne (1976), que la explica como “la tesis verdaderamente central…es la de la iluminación divina” (p.421)

3.- De las Diferencias Filosóficas.

San Anselmo
San Buenaventura
1.- La División del Intelecto. Parte del Concepto de Dios, que se encuentra como Idea Innata en el mundo Inteligible y que es necesario “arrojarlo” al mundo sensible. La Cuestión es, de no ser “necesario arrojarlo”, entonces quedaría solo en “la mente” y al “quedarse” solo en la mente, entonces no sería un “Ser Mayor y más Perfecto”, tal como sucede con “los Dragones, las Sirenas o los Unicornios”. Esto será “plagiado” de cierta forma, por Descartes, quién hablará de Ideas Innatas (aquellas que están en la mente antes que cualquier experiencia), Ideas Facticias (aquellas de la imaginación) e Ideas Adventicias  (se explican de la percepción perceptual del mundo sensible, dando lugar al conocimiento empírico)

2.- Entenderá la existencia de Dios a partir de su “Argumento Ontológico” en sus dos grandes obras: “Monoligium y Proslogium”. Recordemos que un “Insensato” “ha dicho en su corazón: No hay Dios. Pero cuando me oye decir que hay un ser por encima del cual no se puede imaginar nada mayor, este mismo insensato comprende lo que digo” (Anselmo, s/f, p.367), pues, no se puede admitir que Dios no exista, (en el exterior de la mente) y pensarse a la vez en un Ser Mayor en Perfección, (en el interior de la mente), “porque se puede concebir un ser tal que no pueda ser pensado como no existente en la realidad, y que, por consiguiente, es mayor que aquel cuya idea no implica necesariamente la existencia” (Anselmo, s/f, p.369), por lo tanto: ¡Dios necesariamente existe!


1.- La Unidad del Intelecto. Parte de que “encontramos directamente a Dios cada vez que descendemos bastante profundamente en nosotros mismos” (Étienne, 1976, p. 415). Esto conllevaría a una introspección y reflexión pura (casi metafísica) de ubicar a Dios.
Según esta Idea, “Dios estaría en nosotros mismo”, esto movió “el piso” de La Iglesia Católica, pues otras religiones (sobre-todo las Orientales) predicaban según dicha Idea (de encontrar a Dios en nosotros mismos) y esto (en aquella época) era subversivo pensarlo y manifestarlo, de tal forma que indirectamente (por antagonismo), lleva a la Idea de Panteísmo, donde “Dios está en todas partes”.

2.- Para entender la existencia de “algo”, se necesita la ayuda de Dios, Étienne dice que San Buenaventura reconoce que “no sólo nuestro espíritu cambiante e incierto no podría conocer [nada], sin ayuda de Dios” (1976, p. 415). Necesitamos por lo tanto: La Iluminación.

Esta luz (iluminación) tendrá 4 grados, la luz exterior (1ºera) se encuentra en la naturaleza (sin necesidad de captarla); la 2º da es una luz inferior, aquella captada por el mundo sensible, vemos pues como “una antorcha nos ayuda a ver dicho mundo sensible”; la 3ºera es la luz interior, (San Buenaventura la llamará “lumen cognitionis philosophicae”) y representa el conocimiento pensado y reflexionado (filosófico) y por último, se tiene la luz Superior, aquella que nos da “vida eterna”: La Biblia.

San Anselmo
San Buenaventura
3.- El conocimiento es ontológico, pues busca en Dios y en su concepto Innato, el origen, la razón necesaria y suficiente, la raíz del conocimiento. Al tomar las Teorías de los grados del Ser[6], se da cuenta que las Sustancias[7] no son iguales, por lo tanto, sí hay una idea en la mente y solo reside en ella, esta idea presentaría un “grado mínimo de ser” (tal como sería la Idea de Sirena). Pero al tener la conceptualización de un “Ser Mayor en Perfección”, ésta no debería quedarse en la mente, debe salir al exterior de ella misma (de la mente), pues quedarse allí, sería tan solo un “mínimo Ser”.

4.- Aceptó la Idea Aristotélica de la “Causa” en su estructura y forma (Causa Formal); en su composición (Causa Material); en el agente que lo produce (Causa Eficiente) y en su función o meta (Causa Final), todas ellas las relaciona en una sola: Dios. Esto conllevará a Santo Tomás a diseñar (más adelante las cinco vías para demostrar la existencia de Dios)
     - El Primer motor: Dios
     - La causa de toda la creación: Dios.
     - Un Ser necesario para que exista
       todo: Dios
     - Ser Supremo: Dios.
     - Diseñador Universal: Dios.

5.- No desarrolla ampliamente la idea de la creación del mundo, pero si hace ver que dicha creación parte del “Verbo” (Dios). Dios es la Causa esencial del mundo, por ende, solo Dios sabe cómo hizo al mundo.

6.- No desarrolla ampliamente la idea de inmortalidad del alma, su pureza y separabilidad. Solo deja saber que Dios es eterno, por lo tanto inmortal, a su vez concluye que “somos imagen y semejanza de Dios”, por lo tanto, de cierta forma, tendríamos inmortalidad en nuestras almas.

7.- No desarrolla ampliamente la idea de la revelación, sin embargo reconoce que somos seres imperfectos y que necesitamos armonizar la fe con la razón. San Anselmo pide a Dios que lo ayude a entenderlo, a revelarlo, es más, suplica que lo deje conocer.


8.- No desarrolla ampliamente la acción caritativa, sin embargo sabe que como somos Cristianos, debemos actuar en amor, no solamente con Dios, sino con nuestros hermanos.
3.- El conocimiento es epistemológico, pues parte de la pluralidad de las formas, establece que se conoce a Dios por medio de sus creaciones, es decir, todo lo que ha creado, desde lo más simple a lo más complejo. Podemos con los grados de iluminación, conocer lo magnifico y lo grande que es, observando por ejemplo, las aves que no trabajan y no cosechan, y sin embargo Dios les provee alimento y abrigo.(Iluminación Máxima) A este respecto, el alma presenta funciones intelectuales de “entendimiento agente” (la forma) y “entendimiento posible” (el concepto)

4.- Pone de manifiesto su inconformismo y se opone a las Ideas Aristotélicas con respecto a que “no todo conocimiento deriva de los sentidos externos” (Desiato, 1995, p.134), pues, de los sentidos se desprenden las semejanzas de las cosas (una flor puede asemejarse con una rosa), pero, ¿quién hace éstas diferenciaciones? El alma (aquí surge una nueva noción en la filosofía), pues a través de la iluminación máxima que le otorga Dios con su “luz orientadora”, el hombre puede guiarse y orientarse en su conocimiento de las cosas.

5.- El mundo no es “eterno”, pues si se acepta a un “Ser Divino”, éste está en la capacidad de crearlo. Ésta capacidad hace que pueda utilizar todos los elementos que tiene a su alcance y además, como es el diseñador de todo, puede en acto y potencia, crear nuevas criaturas y nuevos mundos.

6.- El alma es inmortal, pura y separable del cuerpo. “El alma es esencialmente una, pero sus facultades o potencias se diversifican según la naturaleza de los objetos a que se aplica. Por lo demás, puede hacerlo porque es, a la vez, una sustancia inteligible, completa en sí” (Étienne, 1976, p. 416). De hecho, considera al alma, como una tabla rasa, ésta aprenderá lo que por experiencia le toque vivir en un cuerpo.

7.- La revelación la concibe como "cierta iluminación de la mente". Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, los profetas son iluminados, éstos último en Cristo. La iluminación de los profetas era la manifestación natural, que surgía de la revelación de Dios, ahora, con Cristo la revelación es algo sobrenatural, No se centra en lo conceptual, la revelación está en una gradual experiencia con Dios.

8.- La Caridad la explica en siete pasos: Primero, estar vigilante a tus acciones y tus alrededores; segundo, confiar en que Dios protege a todos; tercero, amar al prójimo, aún si te ha causado daño alguno; cuarto, clamar a Dios por nuestras vidas; quinto, estar dispuesto para la paz a toda hora; sexto , desbordar alegría a quienes te rodean y séptimo, acercarte al prójimo obrando según las “obras de misericordia”


Referencias Consultadas






[1] Profesor de la Universidad Católica Santa Rosa.
[2] Se tomará la metodología de análisis de texto según lo aprehendido por el Profesor Francisco Santa Dara, Titular de la UCSAR.
[3] De anima, Libro de Aristóteles: “…el alma es forma del cuerpo, éste y aquélla se hayan unidos sustancialmente, formando una única sustancia, el ser vivo”
[4] Para los no católicos: Anselmo de Aosta o Anselmo de Bec.
[5] Profesor de la Universidad Católica Santa Rosa.
[6] Teoría Platónica sobre los tres grados del “Ser” (mala copia, buena copia y máxima realidad).
[7] La Sustancia primaria es una noción de Aristóteles, se refiere al sustrato básico, aquello cuya esencia le incumbe ser (existir) en tanto que es algo (cosa). En Descartes, se denominará sustancia a todo aquello que no requiere de ninguna otra cosa para existir.  Las otras sustancias sí lo necesitan, por ejemplo, en una flor, la sustancia primera sería el género y la sustancia segunda sería la especie.

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